La crianza espiritual es algo que haces con tus hijos, no para ellos
La crianza espiritual es un viaje de descubrimiento y experiencia de relaciones significativas con Dios, las personas y la naturaleza/creación que comparten juntos niños y adultos. Caminamos junto a nuestros hijos en este viaje como guías e influenciadores. No imponemos la crianza espiritual en nuestros hijos.
Para esto es importante que los padres puedan crear un entorno de apoyo, cuidado, amor y seguridad para los niños en casa, además puedan respetar y valora la unicidad de los niños, demostrándoles y diciéndoles a tus hijos que los valoras. Debemos escuchar las perspectivas de los niños e involucrarlos en su propio desarrollo espiritual. Sé alegre, porque los niños aprenden verdades espirituales jugando y pasando tiempo de calidad con sus cuidadores.
Aprender sobre temas espirituales puede ser divertido cuando se hace a través de interacciones significativas, juegos y actividades lúdicas con los niños. Pero sobre todo, cultiva tu propia espiritualidad antes de cultivar la de los demás, como nos dice la Biblia:
“Cuando tus hijos pregunten a sus padres en el futuro: ‘¿Qué significan estas piedras?’, entonces les harás saber... para que todos los pueblos de la tierra reconozcan que la mano del Señor es poderosa y para que teman al Señor su Dios para siempre” (Josué 4:21,24).
¿Cuáles son algunas formas en las que puedes cultivar la espiritualidad de tus hijos?
Aquí hay algunas ideas de pasos prácticos y comportamientos para fomentar, honrar y promover la espiritualidad en tus hijos:
- Reflexiona con tu pareja y otros miembros de la familia sobre cómo es un ambiente seguro, amoroso y de apoyo para tus hijos en el hogar.
- Escucha los sueños, pasiones, pensamientos y preguntas de los niños.
- Reflexiona en familia sobre el significado de lo que dicen tus hijos.
- Observa la naturaleza con tus hijos: la luna, las estrellas, el movimiento de los pájaros, los animales, los árboles.
- Señala los milagros cotidianos: atardeceres, bebés, la naturaleza, etc.
- Practica la gratitud en la vida diaria.
- Practica y enseña el perdón y la gracia en el hogar.
- Sea lo que sea que signifique la iglesia o la fe para ti, ponlo en práctica regularmente. Las acciones importan más que las palabras. Los niños aprenden de lo que practicas.
- Encuentra un estilo de espiritualidad y oración familiar que se ajuste a ustedes (una oración antes de comer, dar gracias cada noche, cantar canciones, leer historias de las escrituras, etc.).
- Establece tradiciones (por ejemplo, desarrolla o mantén tradiciones familiares como que toda la familia cene junta o explique y participe con los niños en las festividades religiosas).
- Cuenta historias que enseñen valores, compartan buena cultura y planteen preguntas.
- Encuentra la "semilla de bondad" en cada persona e identifica áreas de fortaleza para desarrollarlas.
- Celebra a tus hijos. Dios nos da hijos para que podamos darles la bienvenida y cuidarlos.
- Vive tus valores de fe y modela estos valores en tu familia y comunidad (actos de servicio y bondad, como visitar a los solitarios, compartir comida con los más vulnerables, etc.).
¿Qué otras prácticas de crianza espiritual añadirás a la vida regular de tu familia?
Contenido adaptado de: Based on Early Childhood Development (ECD) and Spiritual Nurture of Children (SNC) behaviors to achieve holistic well-being of children).