Nutrir espiritualmente: ¿De quién es la responsabilidad?
Adaptado de: Caregivers Need to Nurture Their Children Spiritually
Cuando hablamos de nutrición espiritual, quizás viene a tu mente algo relacionado con la alimentación o el cuida y seguido de la Palabra de Dios. Pero muchas veces la enseñanza de la palabra de Dios se relaciona a los espacios que hay en la iglesia, que usualmente tienen lugar los fines semana y no se lo toma en cuenta dentro de los hogares.
La Biblia nos dice "instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él" (Proverbios 22:6, NVI). ¿Es esta instrucción relegada a los maestros de escuela dominical? Recordemos que el contexto cuando se escribió este versículo, no había escuelas dominicales como tal sino que eran los padres los principales responsables de la instrucción de sus hijos e hijas.
Todo el libro de Proverbios trata sobre un padre enseñando intencionalmente a su hijo a ser sabio. Antes de enseñar, a un hombre se le llama "simple". Luego, después de enseñar, es "sabio" o "necio". Debemos enseñar intencionalmente a nuestros hijos e hijas mientras aún son jóvenes y compartir la importancia de ser sabios.
La nutrición espiritual esta relacionada con las formas de enseñar tanto a través de lo que hacen como de lo que dicen. Jesús enseña que tanto lo que enseñamos como lo que hacemos son importantes. Hacer y enseñar y la obediencia a Jesús es clave. Jesús llamó a Dios "Tu Padre Celestial". La primera visión de Dios de un niño es su padre terrenal. Un cuidador masculino amoroso y empático puede hacer mucho bien, pero un cuidador masculino severo hace mucho daño.
Existen prácticas de nutrición espiritual que solo los padres y madres pueden ofrecer a sus hijos. Aquí hay algunas formas en que podemos nutrir espiritualmente a los niños en nuestros hogares:
- Dar gracias juntos cada día por las cosas buenas en tu familia y comunidad.
- Ser agradecido por lo que tenemos como familia crea un ambiente positivo y amoroso.
- Los niños que son agradecidos tienden a ser más felices y tener mejor salud mental.
- Rezar una oración familiar juntos cada día como familia, o preguntar a tus hijos por qué les gustaría rezar.
- Decir o cantar una oración antes de una comida. Puedes pedirle a un niño que la dirija si está dispuesto.
- Realizar un acto de servicio a otros necesitados en tu comunidad como familia.
- Servir a otros ayuda a los niños a encontrar significado y propósito juntos como familia. Los niños desde muy pequeños aprenden de los cuidadores y están listos para ayudar o compartir con otros si los adultos los guían y apoyan.
- Leer historias de tus libros sagrados juntos (o contar historias que hayas escuchado de los libros sagrados).
- Preguntar a los niños sobre lo que escuchan y aprenden de las historias.
- Responder a las preguntas de los niños.
- Leer y hablar desde los primeros días a los bebés es importante.
- Si eres padre o madre, no puedes relegar la nutrición espiritual de tus hijos e hijas solo a los espacios de fe sino que debe ser una responsabilidad dentro de la crianza amorosa de la familia. Esperamos que estas recomendaciones te ayuden a poder cultivarla en tu familia.
- Si eres maestro de niños o estás a cargo del cuidado, la responsabilidad es motivar a que las familias asuman su responsabilidad de este trabajo conjunto.